sintió tan cerca, y ese perfume natural que sintió al tener sus cabellos tan cerca de su rostro, lo volvían loco, lo volvían más loco aún, ahora teniéndola cerca, se da cuenta que no se equivocó, es perfecta, piensa para sí Leonardo, y entonces, es ahora cuando Leonardo debe hablar, decirle algo, con fe Leonardo, tu puedes, vamos Leonardo.
- Hola – Dice Leonardo, poniéndose talves hasta algo sonrojado incluso.
- Hola – Responde Alexandra, con una sonrisa.
- ¿Qué tal? – Dice Leonardo, sin expresión, culpa de los benditos nervios.
- Bien, gracias, tu – Dice Alexandra ahora, viendo a Leonardo a los ojos.
- Bien bien, si, bien también, ehmmm, si, ¿cómo haríamos hoy? en la tarde – Dice Leonardo talves algo entrecortado al hablar, pero tratando de calmarse, para poder ordenar sus ideas, y también sus palabras.
- Ah, sí. – Dice Alexandra, muy serena, que se queda viendo fijamente a Leonardo a los ojos, por lo cual, ponía mucho más nervioso aún al pobre Leo.
- Pero, ¿si vas a poder verdad? – Dice Leonardo, ahora mucho más sereno, mientras pasaban los segundos, parecía que nuestro amigo Leonardo se calmaba mucho más, y ya sin miedos, ni temores, esta se comenzaba a hacer una conversación amena, su primera conversación con el amor, con el gran amor de su vida.
- Claro, ehmmm, mira vienes aquí al colegio, te espero aquí en la puerta principal, afuera, en la puerta. – Dice Alexandra, con una sonrisa, viendo a Leo.
- Ya, listo, perfecto, es… es genial, - Dice Leonardo más calmado, pero sin dejar de sentir como su corazón late aceleradísimo - me parece bien, claro paso por aquí a las 7 entonces, ¿te parece bien?
- ¿A las 7? – Dice Ale – Ya está bien, vale.
- Ok, listo entonces, así quedamos. – Dice Leonardo, quien aún no podía creerlo, ya estaba todo arreglado y listo para hoy en la tarde con Ale, su gran amor.
- Claro, ya cualquier cosa, coordinamos más tarde por Whats App – Responde Ale, quien también tenía ganas de salir este viernes, refiriéndose a una aplicación del móvil, una aplicación reciente del celular, un nuevo medio.
- Ya, ok perfecto, listo, ok cuídate, chau, te veo en la tarde entonces. – Dice Leonardo acercándose a darle un beso en la mejilla, sintiéndose más enamorado que nunca, y no pudiendo creer que la tuvo tan cerca, y que hoy en la tarde en este día tan importante, saldrán.
- Ok, cuídate, ya sonó la campana, te veo en la tarde, cuídate, chau. – Dice Alexandra, quien ahora se dirige a su aula de la academia con sus amigas.
- Leonardo se quedó allí parado mientras todos pasaban por su lado hacia sus respectivos salones, viéndola alejarse, caminando hacia su aula - Mi diosa, te veo en la tarde mi amor, te amo bonita, ¡te amo lucía! – Decía Leonardo en voz baja al verla alejarse.
Ya en clases, después del recreo, Leonardo, se aisló de todo, su mente solo estaba enfocada en que hacer ahora, como iría a recogerla, debería llevarle algo, comprar algo talves, debería ser muy puntual o no, o si mejor proponerle salir antes, a las 5 talves, y caminar o llevarla a algún lugar, y luego ir a ensayar con ella a las 7 hasta las 9, Leonardo no sabía qué hacer, ahora tenía mil ideas en la cabeza, tenía mil ideas en mente pero ahora debía ordenarlas y organizarlas.
Que se supone que debo hacer ahora, piensa, piensa, vamos que hago – Decía Leonardo para sí, aún en clases – y entonces de tanto pensar le vino a la mente, un recuerdo de la infancia, recordó que su abuelo Leonardo, por quien le pusieron el nombre, le dejó un escrito, dicen que sabiendo que ya había llegado su hora de partir, dejo este escrito para que algún día lo pueda leer su nieto, nuestro amigo Leonardo, el abuelo le dió la carta a su hija mayor Kassandra, mamá de Leonardo, quien estaba gestando cuando murió el abuelo de Leo, Leonardo también formó una banda de rock en su juventud, era también un gran músico, era vocalista, guitarrista, compositor y cantautor, Kassandra le contó esto a Leonardo cuando él tenía tan solo 12 años aún, Leo sintió esto tanto que no soportó que su madre le haya ocultado esta verdad tantos años, no le hablo por casi un año, un niño de 12 años aún no se da cuenta bien de las cosas y dejar de hablarle a su madre fue estúpido, pero en ese preciso momento fue lo mejor
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