jueves, 23 de abril de 2015

NUnca 05

-          su cama, abrazándose las rodillas, y la cabeza recostada sobre estas - ¿Por qué la siento diferente?, ¡¿será que estoy enamorado?!... – Dice en voz muy baja para sí, con una tímida sonrisa traviesa - ¡No!, ¡Yo no estoy enamorado!, ¡No puedo estar enamorado… no! - Vuelve a desesperarse en cuestión de segundos - ¿Por qué?, ¡¿Por qué a mí?!, ¡¿Por qué ahora?! - Dice ahora con preocupación, con un extraño miedo, con mucho temor a esto que es nuevo para él - ¿Será… que ya me toca empezar a madurar?, - Se dice para sí, con la mirada hacia el piso, como perdida - ¡No, mierda, no puede ser!, - Grita, poniéndose de pie en solo un instante - Esto no me está pasando a mí, pero… ¿Por qué debería preocuparme? – Dice con una mirada neutral viendo hacia el techo de su cuarto, ahora recostado en la cama boca arriba - ¿Por qué preocuparme?... si… después de todo, esto se siente tan bien… - Vive este sentimiento con una sonrisa que no había tenido antes, y unos ojos que por primera vez brillan con luz propia - Se siente bien… tan bien, pero tengo miedo, nunca antes había sentido esto por alguien, nosé como afrontarlo, nosé como tratar a una mujer que de verdad quiero… no losé – Dice algo preocupado, sabiendo que antes solo ha tenido múltiples aventuras al paso, un tanto pasajeras y muy vacías – No importa, aprenderé – Dice con los ojos húmedos - Me prometo a mí mismo conquistarte, juro dar mi 100%, entregarme por completo, hasta lograr llegar a tí, enamorarte será la motivación de mis días a partir de ahora, y no descansaré hasta lograrlo, solo debo ser yo, y hacer las cosas que jamás hubiera hecho antes por alguien – Se dice para sí, mordiéndose el labio, las manos bajo la nuca, puesto boca arriba, y con un rostro ilusionado - Te amo bonita – Dice para sí, con una pasión con la que jamás había dicho esto antes.
Miércoles, 12 de Febrero.
En la escuela.
-          -Ok chicos, el primer paso es… averiguar quién es ¿no es así? – Les dice Leonardo a José y Alejandro en la hora de refrigerio de la escuela, algo nervioso y a la vez entusiasmado, estando aún dentro del salón pese a ser recreo, ya que Leonardo les pidió quedarse un momento para contarles lo que pasaba.
-          No te preocupes amigo, cuentas conmigo Rocker, para lo que sea, y lo sabes hermano – Dice José, con una sonrisa de grandes amigos apoyándose – Sabía que algún día esto te pasaría, Rocker – Dice ahora con seguridad señalando con el dedo a Leonardo - Y hasta que llegó, por fin apareció, estuvo bien escondida – Dice entre risas – Cuantos años se tardó en aparecer esa condenada, por cierto, me dices quien es, la señalas, pucha, ojalá la conozca para presentártela ahora, oye pero es raro que tú no conozcas a alguien, espero manyarla de vista al menos, eso nos serviría de mucho.
-          Leonardo sonríe – Gracias, Ojalá – Dice ahora entre risas.
-          No cuentes conmigo – Dice Alejandro de forma muy fría y directa, de una manera poco amigable – Para nada.
-          Oye cálmate loco, es Rocker, nuestro amigo, casi un hermano, vamos a apoyarlo en lo que podamos, ¿cuál es el problema? – Dice José tratando de calmar esos segundos de tensión que se generaron, mientras que Leonardo solo lo mira directo a la cara algo sorprendido y serio.
-          No cuenten conmigo, ya se los dije, y es todo – Dice en alta voz y la mirada puesta en el suelo – Lo siento Rocker, no cuentes conmigo.
-          Pero brother escucha esto… - Dice José, hasta que de pronto es interrumpido por Leonardo.
-          José, no digas nada – Dice Leonardo sin dejar de mirar a los ojos a Alejandro – Entiendo, gracias de todos modos hermano, tus motivos tendrás, y te entiendo, descuida.
-          Tengo que ir afuera – Dice Alejandro, con un rostro sin expresión - Los veo luego.
-          ¿Sabes que le pasa? – Dice José, agestado.
-          No, ni idea – Dice Leonardo - Ya hablaré con él para averiguar qué le pasa, hoy en la tarde voy  a verlo en su casa.

-          Bueno, muy bien Rocker… y ahora, vamos a averiguar quién es tu bonita – Dice José, con una complicidad auténtica que solo hay entre los verdaderos amigos.

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