también la abrazó, este chico también besó su cabeza y jugaba con sus cabellos cuando la abrazaba, tal cual lo hacía el chico de la pareja que vio hace un momento si es que no se trataba de la misma, luego este alejaba su cuerpo por un momento para sacar algo de su bolsillo, parecía ser una especie de cadena o collar, no se podía apreciar bien, ella estaba muy emocionada sin dudas, ella parecía echarle aire a sus ojos sacudiendo las manos, como para evitar llorar y que se le arruine el maquillaje, ella se puso de espaldas a él, y este le colocaba el collar, mientras ella parecía temblar, nerviosa y emocionada seguramente, el besó su cuello, la besaba apasionadamente, y ella se estremecía, podía notarse la intensidad del momento, el deseo se adueñaba de ellos, y cuando parecía que ambos se dejarían llevar, pararon, pues ambos eran conscientes de que este era un lugar público, ella dio una vuelta sobre el mismo sitio con los brazos alzados a la altura de los hombros y las manos caídas como con las muñecas muertas, y vio a el chico, él la tomó de la cintura, y la besó, no era cualquier beso, Leonardo presenció el mejor beso que había visto jamás, se veía tan verdadero, tan real, un beso largo, apasionado, y con caricias, muy diferente a lo que Leonardo estaba acostumbrado a tener en sus aventuras pasajeras, eran la mejor pareja que había visto en su vida.
De pronto suena el móvil de Leonardo, era Marcos quien lo estaba llamando.
- Que quieres ahora – Dice Leonardo al contestar la llamada.
- Oye, relájate Rocker, soy Alejandro.
- Ah, pues este es el número de Marcos.
- Losé.
- Dime, que pasa.
- Acaba de llegar la señora Carla, nos quiere reunir a todos ahora, pero ya, ven rápido, altoque, te esperamos aquí por el escenario, es lo último que veras, solo camina de frente y llegarás.
- Voy para allá, llego en 10 minutos – La señora Carla era la madre de Marcos, y también era la mánager de la banda, es ella quien se encarga de aceptar o rechazar los contratos de la banda y esas cosas – nos vemos – colgó.
Leonardo guarda el celular en su bolsillo derecho, y cuando mira el mar, la pareja ya no está, desaparecieron, Leonardo tenía mil preguntas en la cabeza, no sabía si había visto una o dos parejas, no sabía si había tenido un sueño despierto o había sido una realidad soñada, no sabía, con mil dudas en mente, Leonardo no quiso pensar en nada, y solo sonrió – Te amo bonita – y se fue.
Leonardo caminaba en línea recta hacia allí, al pasar al lado de toda la gente (entre ellos amigos y conocidos) no dejaba de recibir saludos entra sacudidas de mano, palmadas en la espalda, un choque de puños, o besos en la mejilla de parte de las chicas, sin embargo Leonardo solo correspondía a estos saludos de una manera muy amable y fingiendo una sonrisa para no ser descortés, aún tenía en mente lo que había visto, como es que aparecían y desaparecían, habían mil preguntas, la incertidumbre de si fue una realidad o una alucinación lo vivido lo mantenían pensativo mientras caminaba, paralelo a esto, Leonardo comenzó a buscar con la mirada a Lucía, necesitaba verla para sentirse más tranquilo, al divisar a lo lejos el gran escenario se dio cuenta que ya había llegado, es encontraba a poca distancia del escenario y no había visto a Lucía al pasar por toda la playa, pero esto no lo preocupaba mucho, esto era demasiado grande y había muchísima gente – Tranquilo Rocker, podría estar en cualquier parte de la playa, no hay porqué pensar lo peor siempre – susurró para sí.
Siguió avanzando, Leonardo caminó hacia el lado izquierdo donde estaban unos escalones de metal para subir al gran escenario, se encontraban aquí reunidos los chicos, estaban los compañeros de la banda, y la madre de Marcos, la manager.
- Valla, al fin estás aquí Rocker – dijo en tono relajado Alejandro.
- Hasta que llegaste bro – precisó Arnold quien estaba sentado con Juan en el primer escalón del escenario.
- Marcos solo lo miraba, no decía nada.
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